Un regalo de cumpleaños: Arabie de Serge Lutens.
Familia: oriental.
Lanzamiento: 2000.
Perfumista: Cristopher Sheldrake.
Principales notas (lo más notorio): nuez moscada, benjuí, hoja de laurel, clavos de olor, frutos secos y mandarina.
Estado: En producción, imposible encontrar en latinoámerica. Tal vez ha sido reformulado por el uso del eugenol.
Uso: el que se le quiera dar...es un perfume experiencia. Requiere de una ocasión especial.
Uno de mis libros favoritos de la infancia, eran los cuentos
contenidos en Las mil y una noches. Podía pasar horas imaginando dorados desiertos que se recorrían, al atardecer, sobre
las alfombras voladoras; un zoco lleno de especies y aceites aromáticos; un
narguile humeante; té de menta y café perfumado con cardomomo; miel sobre dátiles en un cuerno de
gacela; palacios de mármol que son construidos en una noche bajo el hechizo del amor. Arabie de Serge Lutens es el perfume de Las mil y una noches, es una esencia derramada por Sheresade sobre El sultán, mientras descansan en Shalimar, el jardín
del amor.
Un perfume opulento, sinuoso, empalagoso, dulce, potente,
maravillosamente narcótico y profundamente arrollador. Quien haya tenido la
oportunidad de recorrer un zoco árabe, lleve esa visión a un olor: eso es
Arabie.
Notas dulces a la salida, un dátil confitado cruzado por pasas dulces y caramelizadas (en este punto me recuerda a las ciruelas confitadas de Kenzo Jungle), unidas a nueces y
almendras con un dejo de pistacho y miel; una delicia turca que muta en un
toque ligeramente picante, clavo de olor, supongo, aunque diría que también
lleva un dejo de pimienta y cardamomo.
A oler más profundamente este dulce, podemos sentir que es atravesado por un cítrico verde y algo leñoso; y por hojas suaves que le aportan un aroma a savia vegetal ligeramente ocre (como hoja de olivo), pero es un dejo muy
suave y enmascarado bajo la dulzor de postre árabe.
Esta maravilla finaliza con dejos cítricos y frescos, no me mal entiendan, no es que
queden al final, es a momentos que se pueden distinguir
trazos de frescura.
No podría identificar el secado de este perfume, puesto que su notas
están en constante evolución, vienen y van sobre la piel, formando así un equilibrio armónico y
sorprendente. Como un baile bien ejecutado.
Un perfume diferente y sofisticado. Una joya mágica que dispara la
imaginación. Es para personas que no temen empalagar, para aquellos que
disfrutamos un panettone cubierto de glaseado y acompañado de "cola de
mono", una bebida a base de leche, café, especias (canela, clavo,vainilla
y cardomomo) y alcohol, propia de las navidades de mi país....es decir, para
alguien muy dulce. El benjuí me recuerda a PI de Givenchy, aunque sus trazos finales, llenos de cálida vainilla con especias, son al estilo de Must de Cartier pour homme.
Estela y duración, brutal, en mi duró 6 horas y muy potente las tres
primeras.
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