Año de lanzamiento: 1983
Perfumista: Jacques Polge
Familia aromática: Chipre-floral y un
poco aldehídico (pero muy suave).
Principales notas (…o a qué huele en mi):
rosa, clavel, semillas de coriandro (acuerdo amargo como a Jacinto); luego
miel, civeta algo de pachulí y ambar.
Estado: Probablemente reformulado, el
clavel, el musgo de roble y la civeta, no son ingredientes vistos con buenos
ojos por la IFRA.
Duración y estela: la duración es por
sobre las ocho horas. Aplique un split en la muñeca a las 23:00 y hoy a las
12:00 pm aún lo sentía al apegar la nariz. La estela es muy potente las tres
primeras horas.
Imagen: Mónica Bellucci para Dolce & Gabanna en Bazaar.com |
Cuando era pequeño, hablamos de fines de los 80, la perfumería en mi país no estaba
absolutamente desarrollada y aunque las marcas clásicas tenían una importante
presencia en el mercado nacional, era muy difícil adquirir perfumes, puesto que
eran caros y la variedad no era la más optima. Hablamos de un país que miraba
al futuro, luchaba por volver a la democracia y buscaba abrirse a un mundo que,
no veía con buenos ojos los años de dictadura. Los productos de lujo e
importados se limitaban al gusto (o recursos) de los escasos importadores que
existían por aquellos años.
Recuerdo que mi mamá y mi abuela, mujeres elegantes y amantes de
los perfumes, tenían una amiga que trabajaba de forma particular en la
importación de perfumes, viajaba a Buenos Aires o Sao Paulo (mega metrópolis
profundamente cosmopolitas para nuestra realidad) y, entre otras mercancías de
lujo, traía perfumes a escala de unidad. Gracias a esta señora o “tía” como los
niños chilenos le dicen a las amigas de la mamá (o a toda señora mayor de
edad), tuve mi primera caja de cien colores para dibujar y mi abuela su primera
botella de Diva de Ungaro.
No recordaba la grandeza de este perfume hecho para ser usado por
una diosa femenina y elegante; hace poco lo encontré en su versión eau de
parfum y no pude resistirme a tenerla. Los recuerdos, en materias intangibles
como lo son las fragancias, pesan más que el sentido común, Diva me recordó esa
época de niñez y descubrimientos. Lo olí y era demasiado hermoso para dejarlo
ir.
Debo haber probado la versión vintage por 1988 y es probable que haya sido profundo y
balsámico pero, en honor a la verdad, no recuerdo dicho aroma por ende, hablaré
de lo que esta fragancia es hoy; supongo que debe tener una serie de
reformulaciones en el cuerpo pero, al primer split sobre la muñeca, se huele su
gloria clásica, poderosa, dulce y soberbia.
La salida se mueve en torno a una rosa dramática (muy rosa Chanel
o muy rosa Jacques Polge, si se prefiere), semillas de coriandro (o cilantro) y
trazos de clavel que recrean un acuerdo de hierba amarga y astringente que
recuerda al geranio; luego un toque de aldehídos frescos y verdes, similares a
los de First, miel, algo de narciso y más rosa. Finaliza su estructura aromática
con civeta, musgo de roble, sándalo, iris ahumado, un toque de ámbar tibio y un
pachulí cálido y dulce.
Antes de seguir es necesario aclarar algo con respecto a las
fragancias de estructura clásica y es
que los acuerdos mencionados son usados como una forma didáctica orientadas a
construir solo una referencia olfativa. Diva, como clásico que es, huele como un
bouquet apretado del que no es posible distinguir sus notas por separado,
excepto la civeta con miel, rosa y clavel que lo llenan todo; el resto de los ingredientes
son suspiros que construyen distintas facetas en torno a estos cuatro elementos
principales.
Imagen extraída de: listal.com |
Un perfume ligeramente animal, con remembranzas a Paloma Picasso y
Rumba de Balenciaga, otros monstruos de los ochenta; pero también elegante y, por
sobre todo, irreal ya que pertenece a un mundo propio de la mitología de las
fragancias. Diva es como un dragón que expele fuego de su interior y lo conquista
todo a su paso, demasiado extremo, único, potente y por lo mismo, un perfume en
vías de extinción ya que se traduce en una aroma absolutamente contrario a los
gustos actuales, sin embargo, está hecho para sentirse especial y sofisticado.
La imagen de Diva es la de una mujer poderosa, como una Cabiria
doliente, sexual y animal pero de corazón dulce, que sabe amar por sobre todas
las cosas. Al igual que el personaje de esta película de Fellini, el perfume
puede desencajar la primera vez que se lo huele pero, una vez que descubre su
corazón caliente, es imposible no rendirse bajo su abrazo de amor.
Si lo encuentran por ahí…no lo dejen pasar, pronto será solo un
recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario