La vainilla siempre ha sido una nota
tremendamente popular en perfumería; este fruto es originario de las regiones tropicales de
América, África y Asia oceánica. Esta
especie proviene de una familia de orquídeas cuyo cultivo se realiza
exclusivamente para la extracción y/o tratamiento de sus frutos: la chaucha o
vaina de vainilla, rica en aceites esenciales odoríferos: la vainillina, que,
combinada con otros acuerdos olfativos, dan un toque dulce gourmand a las
fragancias.
En la actualidad son dos los aspectos
comerciales de esta esencia: el aceite natural, muy caro y extraído después de
minuciosos procesos químicos, y el artificial o dilución de hidroxialdehidos (derivados del fenol), mucho
más baratos y simples de producir; como en todos los aspectos propios de la
perfumería, la diferencia fundamental entre ambos radica en la profundidad y
opalescencia del aceite, mientras la natural es una rica mixtura balsámica de
fondo aterciopelado, la artificial se siente más delgada y menos profunda pero
mucho más estable, potente y dulce.
En perfumería se utiliza por sobre todas
las otras variedades, más de cien tipos diferentes de vainillas, la del género
Bourbon: una especie originaria de la Isla Reunión que ha sido producida por
medio de procedimientos de polinización artificiales, desde el siglo XIX. La
actual esencia artificial de vainillina se basa en la emulación de este aroma
caracterizado por su cremosidad láctica, su fondo licoroso y su cuerpo dulce
con trazos ligeramente picantes y leñosos.
Si hablamos de vainilla, qué es lo
primero que se nos viene a la mente. Hagamos un ejercicio, cerremos los ojos y
tratemos de emular los momentos en que hemos sentido este aroma, probablemente
nos asalten los recuerdos de la infancia; nuestras madres o abuelas y sus
postres. Cuando pienso en vainilla no puedo dejar de sentir el arroz con leche
de mi mamá y la sensación sanadora que este dulce tenía en mi, pues lo
preparaba cada vez que me agripaba durante los largos meses de invierno en mi
país.
Los perfumes con vainilla son
construcciones caracterizadas por su profundidad y por los aspectos cálidos y
dulces que persiguen recrear, sin embargo, existen muchas vainillas que exploran
sensaciones distintas a la de los recuerdos que esta esencia provoca. En
perfumería, y ahí radica la magia de este mundo, la estratificación de notas,
así como la unión con otros elementos aromáticos, son capaces de recrear
sensaciones y estructuras completamente divergentes con las emociones que nos
puede causar uno u otro olor de forma individual.
Hay vainillas dulces, coquetas y llenas
de una ternura comestible como Amour de Kenzo o Hypnotic Poison de Dior; pero también las hay repletas de humo, oscuras
y ligeramente sucias como Tobacco Vanilla de Tom Ford o Shalimar de Guerlain y
algunas sencillamente sensuales, carnales y narcóticas como las presentes en
Dior Addict u Opium de YSL. No importa cual sea su orientación o los elementos que la acompañen, la vainilla
es una de las esencias que de mejor manera le insufla una característica voluptuosa
a la fragancia y por ende, profundidad y exotismo.
En esta revisión de las fragancias de
Vainilla he dejado muchas fragancias fuera, en parte, por que cientos de
perfumes construyes sus acuerdos en torno a esta nota y también, porque en
otros post he dedicado palabras para muchas fragancias especiales que giran
alrededor de ella. (Cada uno de los ejemplos citados anteriormente han sido
analizados en este blog).
1.-
La vainilla cándida:
Estos perfumes buscan rememorar los
estados de la infancia por medio de una estratificación gourmand del fruto. A
la vainilla se le adicionan otros elementos comestibles como el chocolate,
azúcar, caramelo, frutas, etc. que constituyen un fórmula en torno a la
confitura o postre y que, por ende, invitan a jugar, a disfrazarse y a provocar
en el usuario una sensación sutil de inocencia y dulzor. Esta es la vainilla
que está presente en muchos perfumes actuales y que, al parecer, es la favorita
del gran público.
Lolita
Lempicka Au masculine:
Un placer usar este acuerdo de dulce de
anís, regaliz, praliné, violeta y ron. No hay nada, absolutamente nada
masculino en esta fragancia y tampoco nada femenino en ella. La vainilla no es
el acuerdo predominante o por lo menos, no sobrepasa a la adición de regaliz
que lo inunda todo a su paso, pero el resultado final traen a la memoria estos
acordes olfativos.
Au masculine es un hito de la perfumería
contemporánea, como todas las fragancias rupturistas y que van más allá de los
géneros, posee un millón de fans y también, la misma cantidad de detractores;
algunos la tildan de obra de arte y otros de una basura, pero nadie puede
señalar que es una fragancia cualquiera, puesto que, no hay nada en ella que
sea cotidiano o clásico.
Este acuerdo gira en torno a una sexualidad
bisexualisada, está lleno de elementos propios de la perfumería femenina, sin
embargo, el resultado no se traduce en una masculinidad afeminada, sino todo lo
contrario, pues es perfectamente usable por un hombre y adaptable a una mujer.
A qué huele: regaliz, caramelos de anís
con trazos de chocolate dulce, almendras (tal vez, mazapán), tonka, licor
perfumado con una vainilla balsámica y un fondo de delicado y amaderado vetiver
ligeramente atalcado.
Soy dueño de una botella de 100 ml del
2005 y he tenido la posibilidad de
olerla hace poco (ha cambiado su botella) y debo confesar que ha modificado
ligeramente su estructura así como su duración; el regaliz se siente con trazos
plásticos que no están presentes en la versión que poseo y su vainilla es más
aguada y menos profunda. Hoy es más amable, más adaptable y “más masculino” de
lo que era; a algunos usuarios esto les puede gustar, para mi, que me atraen
los aromas distintos y poco amables, es una pérdida absoluta del que es uno de
mis perfumes favoritos. Su duración actual alcanza a las cuatro horas en
contraposición a las siete de la versión anterior, en ambas, la potencia es
alta solo la primera hora.
Fue lanzado el 2000 y la nariz detrás de
su creación es Annick Menardo.
Vanilla
& Anise de Jo Malone:
Conocí Jo Malone en un viaje e
inmediatamente quedé prendado por sus aromas naturales y sus esencias de
aspectos naturales que lo acercan a la perfumería artesanal de lujo; la marca
aborda desde perfumes para el hogar hasta productos cosméticos.
Esta vainilla es blanca, profunda e
inocente, con florales delicados y notas de nardo que, más que hacerla
narcótica y profunda, la acercan a un delicado día de otoño, casi cálido.
Cuando probé está fragancia no pude dejar
de pensar en una tarde de domingo a finales de la primavera o principios del
otoño; el jardín de mi abuela bullente de hierbas aromáticas, nardos, azahares
y jazmines y en la cocina se enfría un flan de leche perfumado con unas gotas
de licor de anís, esperando para ser devorado por los primos hambrientos de
golosinas; huele a eso, vainilla dulce y cálida, licor de anís, especies
ligeras, hierbas de jardín y crema de
leche.
Es suave, delicado y unisex pero su
estela es baja y su duración alcanza a las cuatro horas. Fue lanzada en 2009.
2.-
La vainilla sensual:
Dejando de lado el hecho que el uso
cándido, casi infantil, puede resultar profundamente atrayente para algunos
usuarios, la vainilla sensual se caracteriza por estructurar la nota en torno a
las maderas dulces, las flores de gran presencia y el uso de almizcles suaves y
sugerentes. Si el acuerdo cándido buscaba emular los postres de la infancia,
este conjunto pretende atraer y narcotizar al usuario haciendo despertar sus
sentidos y emociones en torno a las noches de verano y a los juegos eróticos.
La vainilla sensual es principalmente
oriental, pesada, nocturna y profundamente balsámica
Gaultier
2 de Jean Paul Gaultier:
Esta vainilla animal y sensual, se
estructura en torno a la idea de un perfume compartido; una esencia lo
suficientemente poderosa y ambigua que quede bien con ambos sexos, cumpliendo
su objetivo a cabalidad. En la piel de un hombre es una vainilla dulce y leñosa
con trazos de ámbar y toques almizclados que la hacen la perfecta compañera para
las noches de invierno, en el cuerpo de una mujer la vainilla se vuelve cálida,
floral y profundamente picante.
Este es un aroma balsámico con todas sus
letras, es espeso, casi aceitoso y potentemente animal; en algunos puntos me
recuerda a la versión original Addict de Dior, sobre todo en el tratamiento
andrógino de la nota de vainilla, sin embargo el Dior, aunque nocturno, es
delicado y sofisticado, mientras que el Gaultier es crudo, oscuro y picante.
El perfume es vainilla, ámbar y almizcle,
profundamente pesado y de estela ahogantemente dulce, se debe usar con
discreción para lograr los efectos deseados. Fue lanzado en 2005 y creado por
Francis Kurdjian.
L
de Lolita Lempicka:
Uno de mis perfumes favoritos de esta
nota. La vainilla es leñosa, picante y pesadamente balsámica con trazos cítricos
y amargos. No es una fragancia femenina, sino más bien un unisex que se
configura como acuerdo inspirador y diferente.
Naranja amarga terrosa, como la de Terré
d´Hermés, unida a trazos de canela en rama,
puntos astringentes de hierba seca propio del aroma de la Siempreviva y algunos
puntos de tonka que aumentan la sensación profunda de esta vainilla sensual y
cálida. Hacia el final de su estructura aromática, la vainilla, presente de
principio a fin, se recoge en volutas de humo verde propias de la nota de
sándalo.
Pese a lo que pueda parecer al observar
su hermosa botella, no es una vainilla dulce y empalagosa, sino más bien
caliente y profunda con puntos quemados y ásperos que la transforman en un
perfume muy interesante que, dicho sea de paso, es una de las características de los aromas de esta marca.
Fue lanzado en 2006 bajo la creación de
Mourice Roucel; en la actualidad se encuentra descontinuado pero es posible
comprarlo en línea.
3.- La vainilla sucia:
Humo, cuero, tierra, sudor, pesados
almizcles y toques animales, configuran vainillas con auras de misterio y sensualidad
corporal. Estos acuerdos se estructuran como aromas dulces y cálidos que giran
en torno a puntos sucios y secos; no son fáciles de digerir por cualquier nariz
y mucho menos portables por cualquier usuario.
No es de extrañar que estas vainillas
contengan adiciones de especies que recuerden el olor corporal, como el comino
o cardomomo, cuero y notas plásticas o bien elementos vegetales densos que
pretenden darle profundidad y pesadez a sus fórmulas.
Son muchos los ejemplos de perfumes
antiguos que podemos encontrar en esta categoría y que, en la actualidad, se
encuentran completamente demodé o fuera de los gustos contemporáneos.
Cinema
de Yves Saint Laurent:
Amarilis, vainilla y un toque de cuero
muy leve, no declarado en sus notas, son suficientes para incluir esta
fragancia dentro de las vainillas sucias y provocadoras.
Cinema fue lanzado el 2004 y, desde mi
perspectiva, es el último de los grandes perfumes de YSL o por lo menos, uno de
los postreros representantes de los aromas atrayentes, exóticos, femeninos y
capaces de arrasar con todo a su paso, que caracterizaron a la perfumería
tradicional; es probable que en la actualidad se encuentre descontinuado pues hace
mucho que no lo veo.
Floral, dulce con acuerdos frutales
ligeramente agrios, un ámbar profundo que le otorga puntos de licor, benjuí y
almizcle polvoso. Esta vainilla se encuentra a medio camino entre la oscuridad
y la luz; es un perfume de mujer con todas sus letras y aunque floral oriental, me recuerda a los
antiguos chypres florales y animálicos de los años ochenta; su aroma embriagador y nocturno traen efluvios a
Paloma Picasso, Giorgio Beverly Hills o Lou Lou de Cacharel.
Fue creado por Jacques Cavallier.
Joop!
Femme de Joop!:
Esta fragancia cremosamente floral, posee
toques animales que la transforman en un aroma dulce, sucio y punzante. Sus
notas de inicio rondan un jazmín no láctico, fresco y ligeramente acido que es
atravesado por aldehídos vegetales y herbáceos, matizados por frutales agrios,
similares a los de Escape woman de CK pero sin el calone; estos acuerdos son
resaltados por una civeta punzante que hacen explotar un acorde de vainilla,
ámbar y polvo de sándalo. Hacia el final, cuando la algalia ha perdido
protagonismo, las maderas dulces con trazos de pachulí, ámbar y tonka, lo
transforman todo en un aroma delicado y profundo.
Joop! femme es ochenta en todo su
esplendor, potente, picante, balsámico, hiriente y profundamente
desconcertante, es floral, ligeramente frutal, un poco metálico y lleno de
vainilla con secreciones animales.
La civeta y la vainilla son las notas que
destacan desde su inicio hasta bien avanzado su secado; no hay un punto fresco
en esta fragancia y algo que pueda hacernos descansar de su estructura
monolítica. Joop es ahogante, impaciente y arrebatador, no deja espacio a la
imaginación y al descanso y por eso, profundamente atractivo y diferente.
Fue lanzado en 1988 bajo la creación de
Michel Almairac.
Excelentes todos tus aportes, Jorge! Muchas gracias. Me gusta particularmente la vainilla en las fragancias. ¡Dan ganas de probarlos todos...!!! jajajaja. Saludos cordiales. Graciela
ResponderEliminarGracias Graciela, por tus aportes....a mi también me gusta la vainilla, sobre con cuero. Mis dos favoritas: Hypnotic Poison en las dulces y Shalimar en las oscuras.
EliminarGracias Graciela, por tus aportes....a mi también me gusta la vainilla, sobre con cuero. Mis dos favoritas: Hypnotic Poison en las dulces y Shalimar en las oscuras.
EliminarCoincidimos en uno. Hypnotic Poison es para mí uno de los perfumes más preciados y sensuales, avainillados y almendrados. Una delicia total!!! Aún no me encontré con Shalimar. Materia pendiente...
ResponderEliminarShalimar: vainilla, cuero, humo y notas animálicas....desconozco la versión actual, pero si guarda en algo lo del vintage, debe ser maravillosa.
EliminarCoke:
ResponderEliminarTe amo!! Jaja!!
Amo los perfumes y no tengo con quién hablar de ellos. Te encontré por fragantica y casi me desmayo cuando ví que mi amado kenzo Jungle estaba entre tus favoritos. Amo tb los otros pero agregaría la panthere de Cartier y Lolita Lempicka.
ResponderEliminarHola Jorge! ha sido un placer leerte. Esta sección de perfumes icónicos con vainilla me encantó. Tengo una consulta que hacerte: soy la feliz dueña de "L de Lolita Lempika", lo adquirí hace poco por un golpe de suerte ya que solo lo habia soñado por mucho tiempo. Ahora va la consulta: resulta que al chequear el Batch code en Checkfresh dice que fue fabricado en noviembre de este año, claramente hay un error, ¿sabes de qué otra manera puedo saber la fecha de fabricación de mi perfume?