viernes, 12 de junio de 2015

Clásico de la semana: Ysatis de Givenchy...el perfume de los recuerdos.

Año de lanzamiento: 1984
Perfumista: Dominique Ropión
Principales notas (o a qué huele en mi): Flores blancas y ligeramente polvosas, algalia y sudor mezcladas con maderas y vainilla licorosa.
Estado: reformulado...lamentablemente.
Uso: en un momento especial...como todos los perfumes de antes.

Ysatis es el aroma del sol de otoño que cae entre las hojas de los árboles y un cielo antes de la tormenta; es mi abuela sobre su vestidor de caoba, con sus onduladores en el pelo y mi memoria impregnada con sus abrazos y caricias.

El dormitorio de mi abuela siempre llamó mi atención, su gran cama, la imagen de la virgen, sus perfumes...todo ahí disparaba mi imaginación de niño y poblaban mis tardes de sueños a solas, cuando me escondía de la realidad para estar en silencio. En esos instantes, aprendí a conocerme y escapar de la realidad para meterme en un mundo mágico creado por mi y solo para mi.
Mi madre, por esa época ocupada en el trabajo, se perfumaba modernamente con Aura Jeune, Estivalia u Ô de Lancome, aromas frescos y llenos de entusiasmo; pasaba por la casa con la fuerza de mujer joven dada a la tarea de mantener a su hijo. Mi abuela en cambio, era opulencia y fortaleza, llenaba los espacios de aromas tan complejos, como barrocas sinfonías; si los aromas de mi madre, eran mi mundo; los de mi abuela se transformaban en mi universo.
Recuerdo que como hijo y nieto único durante 12 años, tenía pase libre al dormitorio de mis abuelos y, uno de mis placeres era tenderme en los almohadones de su cama, ponerme unas gotas de sus perfumes en las muñecas y aspirar el aroma, de ahí cerraba los ojos y ya no olía, el perfume se había transformado en un sentimiento.

Hoy mi abuela esta enferma, ya no recuerda sus perfumes o el placer que sentía al dejar caer unas gotas bajo su nuca. Tuve la suerte de encontrar su Ysatis tal como a ella le gustaba y suelo ponerle unas gotas....y ella, me sonríe. No sé si recuerda el aroma, no sé siquiera si aún me recuerda, solo sé, que el aroma esta ahí y en el fondo, su corazón lo siente y el mío se abre como abanico ante su presencia alada y casi espiritual. Su cuerpo está ahí, su mente se ha ido lejos.

Ahora que estoy lejos de mi abuela y ya no puedo perfumarla, tengo una pequeña muestra de esa botella vintage y así, la siento cerca y, de la misma forma que lo hacia de pequeño, dejo caer una gota de Ysatis en mi muñeca y cierro los ojos...dibujando en mi imaginación su beso cálido en la frente, sus palabras de amor en italiano y sus ojos de mujer sana. Son mis recuerdos de niño o mis fantasías de hombre adulto.

Ahora mi madre la perfuma con la delicadeza de un frágil recuerdo y ella misma se pone unas gotas, aunque Ysatis no es su estilo lo hace para recordarla como era...gigante, soleada y dulce...

Un chipre floral oriental, algo aldehídico, opulento y cálido. Salida ligeramente cítrica y verde metálica que es el marco de una potente algalia con su característica nota a sudor animal. El cambio de estado se da por la presencia de florales blancos muy marcados: nardos, jazmín (más bien hodione, por su carga láctica), rosa y un toque a polvo de talco, que suavizan la civeta considerablemente. Las notas de cabeza y corazón se superpone con un aroma metálico y fresco, ligeramente verde...hacia el final de su estructura, cuando han pasado cuatro horas, aparece las maderas dulces y picantes. El perfume dura aproximadamente seis horas muy intenso las primeras dos.

Ysatis es de esos aromas de antes, lleno de muchos ingredientes que le dan un aspecto surrealista y barroco; mil facetas alucinantes que decantan en clavo de olor, canela picante y un dejo de miel avainillada. Fuerte, intrusiva, duradera, solar...pero resueltamente femenina. Conceptual, como los perfumes clásicos.

No he olido la versión actual y creo que lo haré cuando se acabe la que hoy poseo; me imagino que ha sido reformulada, aún así prefiero conocerla como la recuerdo...como a mi abuela.

1 comentario:

  1. Que bonitos recuerdos de tu abuela, siempre que huelas Ysatis se sentara a tu lado

    ResponderEliminar