Siempre llamó mi atención el frasco de Omnia y su representación de
dos círculos unidos entre sí que representan el infinito basándose en el
concepto de la cinta de Moebius; donde termina uno inicia el otro y así
sucesivamente por la eternidad. Las botellas de esta fragancias son, por si
mismas, objetos de colección que ejemplifican la belleza sofistica y
simple de trabajo artesanal de las joyas
de la casa italiana Bvlgari.
Los coqueteos de esta casa con las fragancias comenzó en la década
de los noventa, amparada bajo la tendencia basada en la creación de aguas
perfumadas suaves y poco abrumadoras, era de la androgia y del grunch, donde se
pone de moda el look “desordenadamente arreglado” y donde todos querían poseer
objetos de lujo pero sin hacerlo evidente; si en los ochenta ser rico y
aparentarlo era el must have que vio nacer Paris, Poison o Paloma Picasso, en
los noventa la tendencia “minimal”, sobre todo a fines de la década,
conquistaría a las nuevas generaciones que buscaban abordar el milenio con
esperanzas ligth. La época perfecta para el icónico Eau parfumeé au the vert de
esta casa italiana.
Omnia:
Lanzado en 2003 y creado por Alberto Morillas es el primer perfume
de la serie y quien inicia una familia caracterizada por la inspiración en
distintas piedras semipreciosas o materiales utilizados en joyería.

Es un bello perfume, de eso no hay duda, sin embargo, su estela y
duración, así como la evolución de sus notas, dependerá de la química del
usuario (como sucede en todas las fragancias); en mi el azafrán y las notas
picantes se disparan y eso no resulta muy agradable. Es necesario probarlo antes.
Omnia Crystalline:
El agua perfumada de la familia, Crystalline fue creado por
Morillas en 2005 y su nota principal es agua, bambú y loto con un final de
maderas suaves y puntos secos de musgo que son absorbidos completamente por un
almizcle blanco y ligero, como el aroma delicado de la gamuza, sin que por eso
tenga ni un solo trazo de cuero.
Crystalline me recuerda a “Les jardims de Hermés” pues se
estructura en torno a adiciones de frescura perfumada y delicada, profundamente
femenina y sin pretensiones; solo discreta elegancia. Como su nombre lo dice:
cristalino, en todos los sentidos, incluso en su suave estela.
Omnia Green Jade:

El perfume es fresco, como casi toda la línea, abre con trazos
leves de mandarina dulce y verde que enmarca el acuerdo de pistacho y madera
que lo acompañan de principio a fin. Green Jade es en su inicio verde y acido,
luego floral fresco y hacia el final dulce y leñoso.
Estela moderada a baja e igual duración.
Fue lanzado en 2009 y creado por Alberto Morillas.
Omnia Coral:
Un floral perfecto, ni muy dulce, ni muy fresco, ni muy
empalagoso, ni muy suave. Delicado en extremo, es uno de los perfumes favoritos
de mi madre, y su estela cálida y reconfortante la acompaña por horas. Fue
lanzado el 2012 y creado por Alberto Morillas.
Siempre me ha olido a un rojo rosado que acompasa perfecto con el
color del cristal de su botella. Notas de hibisco, granadas y maderas matizadas
por suave almizcle, son los componentes más destacados de este perfume. En
algún punto me recuerda al aroma de las fresias e incluso de la madre selva,
puesto que sus florales han sido matizados con puntos cítricos y dulces. A mi
nariz, bellísimo.
Estela moderada a potente, dependiendo de la cantidad de
aplicaciones y duración de cinco horas.
Omnia Indian Garnet:
El miembro de la familia que de mejor manera rescata la esencia
del Omnia original. La fragancia es un oriental especiado y ligeramente floral,
donde destacan los acuerdos de naranja-mandarina, osmanthus y azafrán con
puntos picantes (que me recuerdan a un compás de nuez moscada-clavo y canela),
rodean su estructura aromática de principio a fin. Su salida es cítrica floral
y su secado amaderado picante.
Lo he probado un par de veces y aunque me fascina el rastro de
especies picantes y cálidas que deja en mi, no me he animado a comprarlo debido
a su suavidad extrema, sin embargo, su duración en mi piel alcanzó las cinco
horas, cosa más que aceptable para las fragancias actuales.
Esta línea Omnia reúne fragancias que sorprenden pues, en esencia,
son perfumes sencillos que pueden parecer muy suaves, sin embargo, esconden
tras sus acuerdos aromáticos, la delicadeza enigmática de una belleza sin
estridencias; no son rupturistas, ni buscan exaltar u ofender, pero logran
estructurarse desde una perspectiva única y maravillosa.
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