martes, 14 de junio de 2016

Alaïa perfume ... o la diferencia perfecta de un clásico moderno.

Año de lanzamiento: 2015
Creador: Marie Salamagne.
Estado: No reformulado.
Principales notas (o a qué huele en mi): Fresia, aire, peonía y pimienta rosa…luego cal caliente, cuero y notas animales dulces con trazos de flores cítricas.
Usos: elegantes y nocturnos. Después de media hora lo considero absolutamente unisex.
Duración y estela: No he tenido la posibilidad de sprayar sobre la piel. Es potente pero desconozco la duración en horas…en cuanto pueda actualizaré este punto.

Alaïa se configura, principalmente, como un floral aterciopelado y diferente; conceptual y llenos de matices que, si bien es cierto, están basados en acuerdos contemporáneos y adiciones de elementos de "moda"  dentro de la perfumería comercial (pimienta rosa, peonía y fresia), posee otros ingredientes, cuero, tiza o aire, que le insuflan giros inesperados y que potencian su característica de perfume diferente. Tal vez, no innove desde su flanco comercial  pero adiciona elementos poco convencionales de la perfumería femenina actual y eso se agradece profundamente.

Olí Alaïa gracias a un conocido blogguero chileno: QOT (queolortiene.blogspot.com), quien amablemente me cedió una muestra de este perfume. Desde hace un tiempo Alaïa se había transformado en mi obsesión, necesitaba olerlo y analizarlo; no sé por qué pero, en mi mente, su misteriosa botella de opalina negra tallada, la asociaba con otro cuero que siempre he querido oler: Habanita de Molinard (¡ya me toparé contigo!). La tendencia a querer probarlo se basaba en la intuición de que algo en el no sería diferente del resto, y así fue. Alaïa puede no gustar, pero nadie puede señalar que es una copia de la copia de la copia de Ángel…llevando las frutas, el azúcar, el caramelo y el pachulí al extremo del cansancio comercial.

La salida es fresca y floral con puntos acuáticos “aireados” muy interesantes, está basada en florales cítricos y delicados: fresia, peonía, toques picantes  de pimienta rosa que me trae recuerdos a otro bellísimo floral: Pleasures in bloom. Mis primeras impresiones se configuraron entorno a lo femenino y delicado de una fragancia rosada, aireada y picantemente fresca, como a cáscara de frutas cítricas, aromáticas y maduras. Hasta aquí todo bien, un floral femenino y elegante, sin embargo, la maravilla de la perfumería en general, y de este aroma en particular, se centra en los cambios radicales de sus notas medias, amalgamadas en una ambigüedad pocas veces vista en la perfumería actual: los florales rosados cítricos y frescos mutan a acuerdos de cuero, almizcle y violeta, potentes, secos y oscuros. Las flores de Alaïa se le adicionan trazos plásticos y estridentes cercanos a lo mineral, aromas de piedras y cal bajo el calor del sol. Este bella y femenina fragancia se transforma, por obra mágica de alquimia, en una creación unisex cercana a lo masculino y profundamente vanguardista; me recuerda los toques pesados y quemados del primer Fahrenheit...será por la presencia de la violeta?

Hacia el final de su estructura los florales siguen manteniéndose pero el cuero almizclado lo impregna todo.

Es moderno, si; pero posee toda la conceptualización de la perfumería tradicional; es oriental denso pero a la vez es un delicado floral; sigue una tendencia actual pero también la reinterpreta en un aroma sorprendentemente nuevo. Posee un toque animálico delicado y un cuero, lo suficientemente potente, para destacar entre la invasión de lanzamientos anuales. Es femenino pero con un potencial masculino completamente origina, como a perfume antiguo.


He tenido la posibilidad de testear solo una muestra de esta creación, pero estoy impaciente por hacerme de una botella y disfrutarlo en su completura y diferencia.

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