sábado, 12 de septiembre de 2015

Must de Cartier...o la elegancia consciente y discreta (Revisión fórmula actual en version pour homme y pour femme).

La casa Cartier es reconocida como uno de los máximos representantes del lujo y la calidad basada en la utilización de los mejores materiales unido a diseños de vanguardia y sofisticación. Los productos Cartier incluyen no solo joyería, rama en la que han alcanzado el nivel de arte; sino también, relojes, lentes, marroquería y perfumes.

Desde 1847 la marca es sinónimo de elegancia y buen gusto  donde cada producto se envuelve bajo capas de rojo oscuro sangre, el rojo Cartier.

En este post busco expresar las emociones e impresiones que me ha producido uno de los perfumes más emblemáticos de la casa: Must en su versión femenina y masculina.








Must de Cartier pour Femme:

Año de publicación: 1981
Perfumista: Jean Jacques Denier.
Estado: reformulado. Desconozco la versión vintage o la época de su reformulación, pero aún cuando la versión que probé me parece soberbia, intuyo que la original era mucho más amarga, áspera y metálica.
Notas (o a qué huele en mi): aldehídos y frutas dulce-ácidas, luego cilantro áspero  y un poco sucio con florales densos que decantan, hacia el final, en especies picantes y ligeramente dulces.
Usos: cuando uno quiere sentirse elegante, sofisticado y diferente al resto.
Duración y estela: media a poderosa dependiendo de la sobre aplicación. En mi piel duro 5 horas siendo muy potente la primera de ellas.

La versión sobre la que escribo estas palabras es la reformulada; puede ser que la anterior haya poseído muchos dones y una estructura olfativa que la acercan al nivel de obra de arte de la antigua perfumería y que esta, la actual versión, sea diferente, más aguada o menos especial y profunda. Construyo este post sobre la base de lo que sentí y solo lo puedo describir con una palabra: maravilloso.

Must es una fragancia elegante, sofisticada, llena de matices y de ingredientes de calidad; muchos podrían pensar que es para mujeres mayores, yo no estoy de acuerdo con eso y tampoco concuerdo que sea femenina, es tan especiadamente unisex que perfectamente podría ser vestida por un hombre.

La salida es afrutada y ligeramente aldehídica, notas de piña, mandarina, bergamota y durazno (mucho durazno de hecho), que le confieren una salida fresca y potentemente suave, sin embargo, esa sensación dura solo un par de minutos (20 aproximadamente) y luego los frutales dan paso al gálvano caracterizado por un acuerdo terroso-herbáceo, casi astringente y bastante particular, como a semillas de cilantro (coriandro) trituradas en un mortero…de hecho esta nota lo hace único. En este punto el frescor dulce de la salida se vuelve áspero, metálico, con trazos de ámbar y maderas dulces ligeramente picantes.

Pasada una hora o tal vez un poco más, la fragancia muta a un narciso suave rodeado de una rosa polvosa que le dan un aire al aroma de la mimosa y que anteceden al disparo de la nota de cuero, sustentada en la presencia mineral del olor de la raíz del lirio. En este punto la frescura inicial y la astringencia de en medio mutan en un aroma frío, dramático y un poco oscuro propio del cuero en las fragancias de época.

Me es difícil reconocer el resto de las flores, tal vez huelo jazmín oculto por ahí, pero más bien este olor se traduce en una nota indólica con ligeros trazos de orina que, perfectamente, puede tratarse de la civeta. Ya han pasado tres o cuatro horas de aplicado y el vetiver, el sándalo y el haba tonka, se perciben a ras de piel; pero el perfume sigue siendo potente.


Una fragancia compleja y única que no es una composición moderna, ¡gracias al universo!, y por eso es distinta a lo que estamos acostumbrados. Un perfume fuerte pero de estela moderada, aunque puede ser pesada con sobre aplicación, unisex y de una duración más que aceptable para las fragancias de hoy.

Nota a parte: a pesar de que en imágenes el frasco con tapón de plástico rojo Cartier puede verse un poquitín ordinario; el pomo en vivo logra capturar una elegancia y simpleza muy particular. Reconozco que mi juicio puede estar ensuciado con el hecho de que amé la fragancia desde la primera vez que la sentí y, además, al hecho innegable de estar frente a un objeto Cartier… tal vez, uno de los únicos que podría llegar a pagar.


Must  de Cartier pour Homme:

Año de lanzamiento: 2000
Perfumista: Nathalie Feisthauer
Estado: No reformulado y descontinuado aproximadamente desde 2013.  Las versiones que pueden conseguirse por ahí responden a la fórmula original.
Notas (o a qué huele en mi): bergamota y clavel con un punto de anís muy suave al inicio, luego canela, algo de vainilla y tonka que le dan una calidez dulce y suave.
Usos: cuando uno se quiera sentir elegante y sofisticado.
Duración y estela: la duración es muy larga pero la estela es solo a ras de piel. Es un perfume intimo y muy sofisticado.


Must pour homme es elegante, sofisticada y profundamente suave. Este perfume es discreto, sin estridencias o puntos intrusivos que provoquen malestar, es absolutamente único y de disfrute personal.

Es paradójico como a medida que pasan los años y vamos conociendo los aspectos de este fascinante mundo de la perfumería, nuestros gustos y apreciaciones al respecto van mutando en un reconocimiento de los elementos sutiles de este arte magnífico. Hace un par de años o, mejor dicho, hace un par de meses no me hubiese tomado la molestia de testear una botella de Must pour homme, creo que la experiencia con el pesado Santos y sudado Declaration me había predispuesto a pensar en Cartier como una marca para personas mayores y la había tachado de mis posibles experiencias, sin embargo, en la perfumería donde suelo comprar y que me hacen descuentos interesantes, observe una botella de este jugo y me bastó saber que está descontinuado y ver el precio al que me lo ofrecían para hacerme de un ejemplar.

Botella elegante, masculina y discreta, tapa rojo Cartier y un atomizador ovalado, líquido ambarino ligeramente verde y aroma muy especial.

Abre con un acuerdo cítrico, dulce y acuática que lo hacen verde y picante; luego canela y anís unidas a una suave y cálida tonka, más una vainilla ligeramente dulce y cremosa  que aparece al final de su estructura.

Un perfume con una duración bastante elevada y con un estela tan discreta que es la quinta esencia de la elegancia prudente. No está hecho para destacar o introducirse en el espacio personal de los otros, sin embargo, se mantiene en la piel de forma agradable, cálida, positiva y especial; como un recuerdo que es sólo nuestro y sólo a nosotros nos puede hacer feliz.

Hace cuatro horas que lo llevo y puedo sentirlo en mi pecho y mis muñecas…acompañándome. Me ha durado casi todo el día.


Aún cuando, me perfumo solo para mi, es la primera vez que siento que realmente este perfume lo disfruto yo y que pertenece a mi universo personal, privado, único e irrepetible.

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