viernes, 9 de junio de 2017

Van Cleef & Arpels pour homme...o una rosa potencialmente ambigua.

Creador: Louis Monnet
Año de lanzamiento: 1978
Estado: Reformulado…desconozco la versión anterior pero si era más fuerte o matizado que la fórmula actual, debió haber sido una tempestad.
Principales notas (…o qué huele en mi): cítricos minerales (musgo de roble), tierra, rosa, jazmín, cuero, humo y óxido.
Sentimientos que provoca: sofocantes el perfume obliga a hacer crecer a quien lo porta.
Usos: especiales, donde se requiera proyectar seguridad, confianza y una actitud avasalladora.
Duración y estela: enormes. En mi piel duró diez horas y proyectó todo el día.



Mi relación, con esta casa de joyería francesa, se limita a la leyenda que se esconde tras su primera creación olfatoria llamada simplemente First. Un perfume caracterizado por notas florales polvosamente blancas y aldehídicos que decantan en una base animal; con el tiempo adquirí Midnigth in Paris y alguna vez, probé el portento verde que es Tzar pero, de esta construcción no tenía idea, nunca llamó mi atención y tampoco estaba dentro de mi lista de pruebas, no pensaba probarlo y mucho menos, comprarlo; pero hoy lo tengo como un tesoro dentro de mi colección.


La navidad, nos guste o no, lo compartamos o no; es la época en que buscamos algún presente para aquellas personas que queremos y que, muchas veces, al tratar de sorprender, se transforma en un dolor de cabeza recorriendo lugares para encontrar aquello que sea especial para ese ser importante y si, sumamos a esta búsqueda implacable, la cantidad de gente que están con igual espíritu que nosotros, la empresa puede resultar agotadora. Me considero fácil de sorprender, un perfume, mientras más antiguo sea, será el regalo perfecto para mí y, aunque no son presentes baratos, hoy son mucho más accesibles que hace décadas; cuando eran una obra de arte.

Van Cleef & Arpels huele bestial y un tanto sudado; es un cuero animal con trozos de maderas y puntos florales secos y fragantes que, en diferentes puntos, me recuerdan a Rumba de Balenciaga y Kouros de YSL. Es una mixtura de ambos y, como muchos clásicos, desdibuja el límite exacto entre lo masculino y lo femenino.

Sé que para muchos este perfume es el epíteto de fragancia "macho alfa", a mí no me lo parece tanto; aunque rompiendo las barreras de género, en materia de perfumes, deberíamos incluir nombres tales como Cabochard, Diva o Paloma Picasso pues, de este selecto zoológico de bestias sin sexo, son los máximos representantes de aquellas fragancias que se adhieren a la piel como un abrazo asfixiante…Van Cleef & Arpels pour homme podría, perfectamente, ser vestida por una mujer potente, audaz y que guste de aromas como los antes mencionados.

La salida destaca por un cítrico potente matizado de trazos verdes secos y astringentes que, pasados unos 15 minutos, dan paso a puntos de humo fragante y seco. Esta antesala fresca  no es más que un respiro al veneno que se desencadena cuando el incienso se mezcla con cuero y puntos de orina mezclada con madera de coníferas. Este último acuerdo es uno de los más interesantes de la fragancia, aquí el factor animálico se hace presente y es donde su evolución adquiere mayor presencia y potencia.

Es correoso, oxidado, sudado y un poco sucio con unos guiños florales y amaderados, como a flor de abeto, que le dan su característica clásica: una joya.

Al final de su estructura olfativa las maderas se mezclan con el humo, el cuero y las notas amimálicas dándole los  aspectos característicos de los perfumes masculinos de los ochenta. Duración enorme y estela más que decente.


Una rareza olvidada, potente, avasalladora, profunda….y potencialmente ambigua.

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