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lunes, 15 de junio de 2015

Kenzo Jungle (mujer y hombre): revisión por un viaje a los sentidos...

Kenzo Jungle L´elephant:


Año de lanzamiento: 1996
Perfumista: Dominique Ropión
Estado: En producción, es probable que reformulado. Pero es maravilloso.
Principales notas (...o a qué huele en mi): ciruelas pasas, un toque plástico-cremoso muy interesante, pimienta, cardamomo, canela, clavo y maderas dulces.
Usos: ojalá nocturnos y de noches frías.



Kenzo Jungle L'elephant  es sinestésico e hiriente: se puede oler, ver, saborear, tocar y hasta oír, golpeando los sentidos con la fuerza de una estampida. En estos momentos ondula en mi piel lleno de luz cálida y húmeda.

Una fragancia hermosa, diferente y dulce picante, unisex, potente y avasalladora. Es el calor húmedo del Amazonas y el viento seco de la sábana africana; es un zoco de Marruecos y un té chai de la India. Este perfume se transforma en un viaje completo, lleno de matices y experiencias olfativas.

Su apertura, que puede ser lo más hiriente, es potente y confitada de ciruelas pasas de olor y sabor muy concentrado (en este punto su salida es muy similar a Arabie de Serge Lutens), una nota de mango cremoso y aliño de especias picantes: cardamomo verde y maderas orientales, clavo profundo y punzante....que no dan respiro y, cuando  creíamos que nos había dicho todo aparece la canela vainillosa con trazos de pachuli, dulce, cálido, caliente y ambarado que le dan un aspecto de licor. En algo me recuerda a Opium, al glorioso YSL vintage.

Este es de esas fragancias de Más: más especiado que Arabie de Serge Lutens; más único que un niche (y a la mitad de su valor); más complejo que Poison de Dior y más potente que Opium de Saint Laurent.

Difícil describir este perfume, difícil es recomendarlo también, es una experiencia olfatoria que hay que vivir; puesto que no se puede describir a Heandel o Dvorak sin escucharlo o construir una visión de la capilla sixtina sin observar sus colores. Jungle se huele y se disfruta en cada nota.



Estela brutal y gran duración. Un aroma que todo coleccionista debe oler y poseer.

Kenzo Jungle Homme:


Año de lanzamiento:
Perfumista: Oliver Cresp
Estado: En producción y es probable que reformulado...pero sigue oliendo igual de poco correcto de lo que recordaba.
Principales notas (...o a qué huele en mi): un toque de lima, luego un punto sucio de olor corporal y...canela.
Usos: Diario y nocturno, pero en invierno.


La salida de esta fragancia picante y arrolladora, es potente y ligeramente cítrica: limón y Lima, que duran solo unos segundos en la piel y dejan el paso libre a la pimienta y el cardamomo, que le otorgan un ligero toque de comino u olor corporal muy suave; similar al JPG le Male, antes de su reformulación. En este punto, la fragancia puede volverse molesta, pero solo es una nota  de un par de minutos que termina fusionándose con otras especies más calientes.

Pasada una media hora aparece una canela matizada por un halo de clavel suave y luego otra vez,  canela y más canela, dulce, cálida, leñosa, ligeramente picante y endulzada por el benjuí que le otorgan un secado es similar a PI, sin embargo, este Jungle es más áspero, crudo y sin pulir, transformándose en el perfume de un hombre fuerte, decidido y un poco rebelde.  No es una fragancia fácil de llevar y correcta en su desempeño...impacta positiva o negativamente.



Es tan potente como su hermana y posee igual duración.

Debo confesar que la versión femenina  en sus notas de inicio me ha resultado mucho más interesante que la versión masculina, sin embargo, el tratamiento de las especies, en ambos resulta ser salvaje, caliente y ligeramente sucio...

viernes, 12 de junio de 2015

Clásico de la semana: Ysatis de Givenchy...el perfume de los recuerdos.

Año de lanzamiento: 1984
Perfumista: Dominique Ropión
Principales notas (o a qué huele en mi): Flores blancas y ligeramente polvosas, algalia y sudor mezcladas con maderas y vainilla licorosa.
Estado: reformulado...lamentablemente.
Uso: en un momento especial...como todos los perfumes de antes.

Ysatis es el aroma del sol de otoño que cae entre las hojas de los árboles y un cielo antes de la tormenta; es mi abuela sobre su vestidor de caoba, con sus onduladores en el pelo y mi memoria impregnada con sus abrazos y caricias.

El dormitorio de mi abuela siempre llamó mi atención, su gran cama, la imagen de la virgen, sus perfumes...todo ahí disparaba mi imaginación de niño y poblaban mis tardes de sueños a solas, cuando me escondía de la realidad para estar en silencio. En esos instantes, aprendí a conocerme y escapar de la realidad para meterme en un mundo mágico creado por mi y solo para mi.
Mi madre, por esa época ocupada en el trabajo, se perfumaba modernamente con Aura Jeune, Estivalia u Ô de Lancome, aromas frescos y llenos de entusiasmo; pasaba por la casa con la fuerza de mujer joven dada a la tarea de mantener a su hijo. Mi abuela en cambio, era opulencia y fortaleza, llenaba los espacios de aromas tan complejos, como barrocas sinfonías; si los aromas de mi madre, eran mi mundo; los de mi abuela se transformaban en mi universo.
Recuerdo que como hijo y nieto único durante 12 años, tenía pase libre al dormitorio de mis abuelos y, uno de mis placeres era tenderme en los almohadones de su cama, ponerme unas gotas de sus perfumes en las muñecas y aspirar el aroma, de ahí cerraba los ojos y ya no olía, el perfume se había transformado en un sentimiento.

Hoy mi abuela esta enferma, ya no recuerda sus perfumes o el placer que sentía al dejar caer unas gotas bajo su nuca. Tuve la suerte de encontrar su Ysatis tal como a ella le gustaba y suelo ponerle unas gotas....y ella, me sonríe. No sé si recuerda el aroma, no sé siquiera si aún me recuerda, solo sé, que el aroma esta ahí y en el fondo, su corazón lo siente y el mío se abre como abanico ante su presencia alada y casi espiritual. Su cuerpo está ahí, su mente se ha ido lejos.

Ahora que estoy lejos de mi abuela y ya no puedo perfumarla, tengo una pequeña muestra de esa botella vintage y así, la siento cerca y, de la misma forma que lo hacia de pequeño, dejo caer una gota de Ysatis en mi muñeca y cierro los ojos...dibujando en mi imaginación su beso cálido en la frente, sus palabras de amor en italiano y sus ojos de mujer sana. Son mis recuerdos de niño o mis fantasías de hombre adulto.

Ahora mi madre la perfuma con la delicadeza de un frágil recuerdo y ella misma se pone unas gotas, aunque Ysatis no es su estilo lo hace para recordarla como era...gigante, soleada y dulce...

Un chipre floral oriental, algo aldehídico, opulento y cálido. Salida ligeramente cítrica y verde metálica que es el marco de una potente algalia con su característica nota a sudor animal. El cambio de estado se da por la presencia de florales blancos muy marcados: nardos, jazmín (más bien hodione, por su carga láctica), rosa y un toque a polvo de talco, que suavizan la civeta considerablemente. Las notas de cabeza y corazón se superpone con un aroma metálico y fresco, ligeramente verde...hacia el final de su estructura, cuando han pasado cuatro horas, aparece las maderas dulces y picantes. El perfume dura aproximadamente seis horas muy intenso las primeras dos.

Ysatis es de esos aromas de antes, lleno de muchos ingredientes que le dan un aspecto surrealista y barroco; mil facetas alucinantes que decantan en clavo de olor, canela picante y un dejo de miel avainillada. Fuerte, intrusiva, duradera, solar...pero resueltamente femenina. Conceptual, como los perfumes clásicos.

No he olido la versión actual y creo que lo haré cuando se acabe la que hoy poseo; me imagino que ha sido reformulada, aún así prefiero conocerla como la recuerdo...como a mi abuela.

lunes, 8 de junio de 2015

Perfumes especiales: Carnal Flower de Frederique Malle...sensualidad fragante.




Año de lanzamiento: 2005
Perfumista: Dominique Ropión.
Principales notas (o a qué huele en mi...): hierbas verdes de tallos y hojas, un poco de alcanfor, coco, crema...nardos, con hojas, tallos, tierra y hasta el aire que circula a su alrededor. Hacia el final algo de maderas dulces.

Estado: en producción, desconozco si ha sido reformulada. Un amigo me ha señalado que últimamente le ha encontrado un aroma ligeramente graso como a mantequilla...no puedo dar fe de eso. 
Usos: especiales y únicos...cuando uno se quiere sentir diferente o impactar.




Carnal Flower es  un soliflor inspirado en el nardo como elemento principal, aún así se caracteriza por ser brutal, voluptuosa, intrigante y perfecta; tan fuerte que requiere de un ambiente y de una personalidad especial. Recuerdo que mi primera impresión fue que ese perfume era demasiado para mi, aún así, es tan compleja y simplemente perfecta que uno debe rendirse a sus pies. Carnal Flower es como un gato, uno termina adaptándose a ella ... no ella a nosotros; esta fragancia es una creación realista y emocional de Dominique Ropión. Es casi anecdótico que todos los perfumes de este "nariz" estén dentro de mis favoritos

La fragancia abre con un aroma verde como de hojas y tallos de árbol, incluso menta o yerba buena y algo de Romero o mejor dicho toronjil de olor (Melissa). Una especie de hojas y tallos pasados por un cítrico que deja trazos como de alcanfor o frutos de eucalipto pero muy leve y suave, en este punto me imagino una mañana en un bosque o selva donde el rocío y el frío de la noche a bañado los árboles verdes.


Pasado unos minutos aparecen notas más cálidas duraznos y frutas de verano, algo de vainilla y un dejo de coco pero no de bronceador sino de coco rallado, un calor suave como si el sol comenzara a calentar este bosque y ahí despierta el nardo, un nardo puro y blanco pero es más que nardo es como la flor completamente abierta, más los botones y el tallo e incluso la tierra que gira al rededor de el. El ylang ylang y el azahar le dan un aire ligeramente terroso y láctico.


El sol ha pasado toda el día por este bosque y las flores blancas han mostrado toda su belleza, al final en la piel queda un tono a maderas suaves y algo animal, como una caricia; como si hubiésemos pasado por el bosque y nos hubiésemos tendido sobre un campo de nardos y el humus de la tierra calentada al sol, la sabía de los árboles y el correteo de los animales se hayan pegado a nuestros cuerpos.




No se parece a nada que haya sentido antes y no podría compararla con nada que tenga en mi colección. Esta hecha para llamar la atención y requiere de alguien que este dispuesto a hacerlo, es un perfume de estela, de esos que dejan su recuerdo después de varios minutos de haber pasado por el lugar. Por lo mismo, requiere de su portador una personalidad fuerte; es intrusiva sin ser ahogante, o por lo menos para mi; es perfecta armónica y sexy, a ratos demasiado dulce pero a la vez es fría. Es una fragancia extraña, intrigante y que descoloca pero eso la hace única.


Si tienen la oportunidad de acceder a ella, pruébenla. No digo que la compren por que para muchos puede parecer demasiado, en cuanto a precio y aroma.