sábado, 16 de mayo de 2015

Clásico de la semana: Coco de Chanel



Coco de Chanel o "...una mujer debe usar perfume donde quiera ser besada".

El mítico Coco, el oriental de la casa Chanel, lanzando en respuesta al impacto social de Opium y al éxito comercial de Youth Dew, surge en la época de una serie de creaciones opulentas y complejas; caracterizadas por una superposición de capas olfatorias y el uso desmedido de flores acompañadas por vainilla y clavo de olor.



Perfumista: Jacques Polge (como todos los Chanel).
Principales notas: cilantro, mandarina, rosa, jazmín, clavo,haba tonka, algalía y vainilla.
Disponibilidad: Reformulado. Obvio, como todos los Chanel.
Año de publicación: 1984.
Uso: el que se desee y con ganas...la versión actual de Coco es mucho más llevadera, aún así, requiere de formalidad.

Después de años pululando en el frágil mundo de las fragancias, decidí probar este Coco una vez, desde una perspectiva más adulta. Conclusión: sigue siendo uno de los maravillosos aromas iconos de la perfumería moderna.

Coco, junto a Paris, Paloma Picasso, Gió, Animale, Poison, Eternity y otro largo etc. forman parte de grandes perfumes resueltamente diferentes a todo lo que estamos acostumbrados y a todo, lo que el maistream nos ha obligado a oler en la última década; estas fragancias representan muy bien el barroquismo y el poder de una época caracterizada por los Chicago Boys, Alexis Carrington envuelta en pieles y grandes hombreras en trajes brillantes, amalgamados con la voz animálica de Grace Jones: son los 80.

Mi historia con Coco comenzó en 1989; en esa época estaba en 1 de primaria y este era el halo con que se envolvía mi profesora y que, usaba tan discretamente, que solo se le sentía cuando se inclinaba a revisarnos la lección. Soñaba por horas con ese olor, pues en mi imaginación de niño, ella era como mi abuela, se adivinaba su presencia antes de que se acercara a mi, como si sus abrazos tuviesen alas....



Tiempo después, cuando ingrese en este loco mundo de los aromas, olí Coco y enseguida supe que era el perfume que había sentido durante muchos años (toda la primaria que en mi país, se conoce como enseñanza básica y dura 8 años) y que acompañaba a mi querida profesora. No tuve que analizarlo pues sabía que era una de las insignias de Chanel, en esa época no analizaba perfumes, solo los tragaba con el ansia de la glotonería adolescente...hoy me tomo las cosas con más calma.

Probé Coco unas treinta veces entre 1998 y 2005, me aprendí de memoria su aroma y sus narraciones olfativas y con tristeza debo decir que ya no es igual, ha mutado...ligeramente, pero es un poco menos profundo, menos claro oscuro y menos facetado. El antiguo tenía más clavo en su fórmula, picaba ligeramente con su dulzor de especias.

Abre con una salida oriental floral potente de una rosa algo sobria, atravesada por especies ligeramente picantes; esta rosa es antigua y ligeramente polvosa, una característica de la variedad damascena usada por Chanel en sus creaciones más clásicas. En este punto está cruzada por algo que busca picar pero no es clavo (recordemos que el uso del eugenol en el aceite de clavo, está en la lista negra de la perfumería); podría ser pimienta o cardamomo y luego vainilla dulce y verde, probablemente la presencia del sándalo, más tarde azahar y jazmín indólico blanco, misterioso y cremoso...Civet o algalia, queda en mis recuerdos de infancia...esa faceta fue cambiada.



Para describirlo más simplemente, es como si un floral se transformará en un polvo fino y ligeramente antiguo, cruzado por una vainilla dulce y rematada en especies. Pica: sí, es dulce: sí, es profundo: también; pero algo le falta con respecto a la versión original...es más aguado, sin lugar a dudas, la falta de civeta o algún otro ingrediente cambiado o vuelto a poner.

Sin perjuicio de lo anterior, el actual Coco sigue siendo una masterpiece de la perfumería contemporánea, distinguido, profundo y misterioso con una buena estela y duración suficiente (mucho más que Chanel 5, que en su versión eau de parfum dura menos que una colonia).
Una compra elegante, especial y jamás a ciegas, puede ahogar o bien,  no ser comprendido en su construcción barroca ya que no es a lo que estamos habituados. Para mujeres que no tienen miedo de serlo.


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