miércoles, 22 de julio de 2015

Diva de Ungaro...o el perfume de una diosa.


Año de lanzamiento: 1983
Perfumista: Jacques Polge
Familia aromática: Chipre-floral y un poco aldehídico (pero muy suave).
Principales notas (…o a qué huele en mi): rosa, clavel, semillas de coriandro (acuerdo amargo como a Jacinto); luego miel, civeta algo de pachulí y ambar.
Estado: Probablemente reformulado, el clavel, el musgo de roble y la civeta, no son ingredientes vistos con buenos ojos por la IFRA.
Duración y estela: la duración es por sobre las ocho horas. Aplique un split en la muñeca a las 23:00 y hoy a las 12:00 pm aún lo sentía al apegar la nariz. La estela es muy potente las tres primeras horas.

Imagen: Mónica Bellucci para Dolce & Gabanna en Bazaar.com

Cuando era pequeño, hablamos de fines de los 80,  la perfumería en mi país no estaba absolutamente desarrollada y aunque las marcas clásicas tenían una importante presencia en el mercado nacional, era muy difícil adquirir perfumes, puesto que eran caros y la variedad no era la más optima. Hablamos de un país que miraba al futuro, luchaba por volver a la democracia y buscaba abrirse a un mundo que, no veía con buenos ojos los años de dictadura. Los productos de lujo e importados se limitaban al gusto (o recursos) de los escasos importadores que existían por aquellos años.

Recuerdo que mi mamá y mi abuela, mujeres elegantes y amantes de los perfumes, tenían una amiga que trabajaba de forma particular en la importación de perfumes, viajaba a Buenos Aires o Sao Paulo (mega metrópolis profundamente cosmopolitas para nuestra realidad) y, entre otras mercancías de lujo, traía perfumes a escala de unidad. Gracias a esta señora o “tía” como los niños chilenos le dicen a las amigas de la mamá (o a toda señora mayor de edad), tuve mi primera caja de cien colores para dibujar y mi abuela su primera botella de Diva de Ungaro.

No recordaba la grandeza de este perfume hecho para ser usado por una diosa femenina y elegante; hace poco lo encontré en su versión eau de parfum y no pude resistirme a tenerla. Los recuerdos, en materias intangibles como lo son las fragancias, pesan más que el sentido común, Diva me recordó esa época de niñez y descubrimientos. Lo olí y era demasiado hermoso para dejarlo ir.

Debo haber probado la versión vintage por  1988 y es probable que haya sido profundo y balsámico pero, en honor a la verdad, no recuerdo dicho aroma por ende, hablaré de lo que esta fragancia es hoy; supongo que debe tener una serie de reformulaciones en el cuerpo pero, al primer split sobre la muñeca, se huele su gloria clásica, poderosa, dulce y soberbia.

La salida se mueve en torno a una rosa dramática (muy rosa Chanel o muy rosa Jacques Polge, si se prefiere), semillas de coriandro (o cilantro) y trazos de clavel que recrean un acuerdo de hierba amarga y astringente que recuerda al geranio; luego un toque de aldehídos frescos y verdes, similares a los de First, miel, algo de narciso y más rosa. Finaliza su estructura aromática con civeta, musgo de roble, sándalo, iris ahumado, un toque de ámbar tibio y un pachulí cálido y dulce.

Antes de seguir es necesario aclarar algo con respecto a las fragancias de estructura  clásica y es que los acuerdos mencionados son usados como una forma didáctica orientadas a construir solo una referencia olfativa. Diva, como clásico que es, huele como un bouquet apretado del que no es posible distinguir sus notas por separado, excepto la civeta con miel, rosa y clavel que lo llenan todo; el resto de los ingredientes son suspiros que construyen distintas facetas en torno a estos cuatro elementos principales.

Imagen extraída de: listal.com
Un perfume ligeramente animal, con remembranzas a Paloma Picasso y Rumba de Balenciaga, otros monstruos de los ochenta; pero también elegante y, por sobre todo, irreal ya que pertenece a un mundo propio de la mitología de las fragancias. Diva es como un dragón que expele fuego de su interior y lo conquista todo a su paso, demasiado extremo, único, potente y por lo mismo, un perfume en vías de extinción ya que se traduce en una aroma absolutamente contrario a los gustos actuales, sin embargo, está hecho para sentirse especial y sofisticado.

La imagen de Diva es la de una mujer poderosa, como una Cabiria doliente, sexual y animal pero de corazón dulce, que sabe amar por sobre todas las cosas. Al igual que el personaje de esta película de Fellini, el perfume puede desencajar la primera vez que se lo huele pero, una vez que descubre su corazón caliente, es imposible no rendirse bajo su abrazo de amor.

Si lo encuentran por ahí…no lo dejen pasar, pronto será solo un recuerdo.



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